viernes, 16 de octubre de 2015

Malasia peninsular, diario de viaje

Una vez finalizada mi estancia en Malasia occidental, y por actualizar esto un poco, voy a dedicar una entrada a contar mi recorrido y desventuras por cada etapa. Igual alguien en un futuro se "acerca" por aquí y le sirve de algo. Aunque, spoiler alert, no es de los países más espectaculares de la zona. Pero vamos poco a poco:

Kuala Lumpur (4 noches):
Capital federal y hogar de las famosas torres Petronas, que un día fueron las más altas del mundo, siendo superadas en 2003 por el Taipei 101. Como el caso es ser el más en algo, tienen el honor de ser las torres gemelas más altas del mundo. La ciudad no es especialmente caótica, pero carece de templos o edificios carismáticos como los de Bangkok. La enorme estatua del dios hindú Murugan enfrente de las Batu Caves, a las afueras de la ciudad, es lo más espectacular. El chinatown, animado pero bastante normalito. Lo más curioso, la mezcla de etnias del país: malayos (musulmanes), chinos e hindúes. Personalmente, lo que me llevo de KL es el haber conocido a tantos y tan interesantes viajeros (ver entrada anterior).


Malaca (1 noche):
Pequeña ciudad cercana a KL, con gran bagaje cultural e histórico. Centro del comercio alrededor del estrecho al que da nombre, perdió importancia en favor de los enclaves de Penang y Singapur. Este lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad, alberga edificios y ruinas de la época colonial, tanto de portugueses como de holandeses e ingleses, a poca distancia de templos musulmanes, budistas e hinduistas. El fin de semana hacen un mercado nocturno muy animado, pero fuera de él, es bastante tranquilo.


Taman Negara (2 noches):
Literalmente Parque Nacional, y como este es un concepto algo vago, lo concreto más: Selva. Humedad. Naturaleza en estado puro. Hice un trek en el que dormimos en la jungla en un refugio con un mirador a una charca con aguas con sales minerales. Por ahí se pasaron unos cuantos ciervos y vacas, en su versión asiática de cuyo nombre no quiero (ni puedo) acordarme. Distinguirlos en mitad de la oscuridad de la noche, sólo perturbada por relámpagos y truenos, no era tarea fácil. Por suerte, coincidí con un entusiasta de la naturaleza, español también, que demostraba verdadera pasión. A mitad de la caminata de vuelta, tras 6km, nos rajamos y dejamos que nos "rescatara" un barco de nativos, por un módico precio.



Cameron Highlands (horas...):
Enormes plantaciones de té, bastante bonitas... por lo que he podido ver en Pekín Express y en las fotos de otra gente, porque en mi presencia era todo una nube blanca continua. Así lo vi desde el bus nada más llegar, y por este y otros motivos que dejo para una futura entrada, decidí no permanecer allí y continuar hacia el siguiente destino.



Penang (4 noches):
Isla en el estrecho de Melaca, cuya capital, George Town, siempre recordará mi estómago como uno de los mejores sitios que le ha alimentado. La variedad étnica del país se refleja en su gastronomía, y en Penang, no sabría decir por qué exactamente, esto se magnifica. Sus calles, en una mezcla de la antigüedad que emanan sus edificios coloniales o sus templos y la modernidad de su arte callejero o sus cafés tan originales, que bien podrían estar en Berlín o en Nueva York, invitan a perderse en ellas y olvidarse de mapas y rutas.



Langkawi (5 noches):
Archipiélago cuya isla principal tiene el tamaño perfecto para ser recorrida en moto con calma y tranquilidad. La vespa de alquiler daba la libertad para moverte donde y cuando quisieras, sin depender de transporte público y a precios irrisorios. Sobre todo el de la gasolina, que de los tres euros que eché la primera vez, me sobraron dos. Exploración de cascadas, playas, montañas y mercadillos nocturnos con la libertad añadida de ir en solitario, ya que tuve la mala suerte de estar en un albergue vacío (pegas de la temporada baja). Aunque ahora visto en retrospectiva, igual no fue tal: estando solo entablas conversación con multitud de gente local.




Otros destinos habituales para viajes por Malasia, por los que yo no he pasado, son:
- Singapur: básicamente, me descuadraba el presupuesto y no me llamaba la atención, aunque muchos, incluidos mochileros low-cost, lo han recomendado, por un par de días. Quien vaya, que no se le ocurra meter chicles, que están prohibidos.
- Islas Perhentians: pequeñas islas en la costa este, donde a principios de octubre empieza la intensa temporada de lluvias, y cierran muchos alojamientos y bares. Famosas por sus playas y sus corales para hacer snorkel o buceo.

¡Seguiremos informando! Voy a ver si compro ya el vuelo para Java.

viernes, 2 de octubre de 2015

Viajeros empedernidos

Se acabó la etapa africana del viaje. Llevo ya unos días por el sudeste asiático, pero aún no había sacado tiempo para escribir algo para el blog. Ahora, ya en una habitación sola para mi, en una planta del hotel ocupada por familias malayas e hindúes que sospecho residen permanentemente aquí, y en una ciudad en mitad de Malasia en la que solo caemos atrapados los incautos que perdemos los últimos buses del día en dirección a lugares más turísticos, es un buen momento para ello.

De momento no he encontrado lugares paradisíacos, exóticos, impresionantes, que corten la respiración, de esos que subes fotos a las redes y envías a los veinte grupos de whatsapp para dar envidia enseñar dónde estás. Me da que los malayos o google hacen un poco de trampa con las fotos que se ven en internet. O igual estoy teniendo mala suerte, o el tiempo de la temporada húmeda no ayuda. Un cielo azul bajo un sol abrasador siempre sube varios puntos a las fotografías, potencia las experiencias y asienta los buenos recuerdos de los viajes. En una semana, sólo he visto el cielo blanco de nubes, el horizonte difuminado del humo procedente de los incendios (deliberados) de Sumatra, y las lluvias monzónicas intensas aunque, por suerte, cortas.

Tampoco es que me importe, porque no es que haya venido expresamente por eso y porque paisajes paradisíacos tenemos en España, no hay que irse tan lejos. Lo que de momento más me ha fascinado es la experiencia de conocer a gente que ha viajado mucho tiempo y por muchos lugares, casi siempre en el sudeste asiático, donde el dinero cunde de lo lindo. Llamémosles los viajeros de larga duración.

Kuala Lumpur es el hub de AirAsia. Para el que no lo conozca (osea, para el que no haya viajado nunca por este rincón del mundo), AirAsia es el equivalente a Ryanair por aquí. Vuelos entre Australia, China, Vietnam, Laos, Camboya, Myanmar, Tailandia, Malasia, Indonesia, Filipinas, India... a partir de 20-30 míseros euros. Sin tener que reservar con más antelación que una semana. Esto hace la capital de Malasia el perfecto lugar para esperar al vuelo en oferta al destino señalado, y los viajeros de larga y también corta duración habitan sus albergues y hostales.

La noche nada más llegar, conocí a varios de ellos. El ritual de aproximación es fácil, ya que son gente sociable. ¿Dónde vas, dónde has estado, cuánto tiempo llevas viajando, cuánto más te queda? Un chico llevaba dos años viajando y se volvía al día siguiente. Cuatro meses en la India le habían hecho cambiar el modo de ver la vida, e invitaba al resto a dejar atrás prejuicios e ir: "Just fucking go to India". Una chica llevaba 14 meses sin volver a su ciudad. "I simply got sick of England". Estaba esperando tranquilamente su visado de Australia para ir a trabajar y hacer dinero para seguir viajando. Otro chico volaba en pocas horas a una playa perdida de Filipinas para esperar de una forma barata a la temporada de la recogida de la fruta también en Australia, donde proseguía su viaje de varios meses. 

Por lo que parece, todos estaban dispuestos a gastar hasta el último euro, dólar o libra de sus ahorros, incluso en endeudarse, con tal de seguir en movimiento, de vivir el momento. En mi opinión, una postura un poco idealista, hasta irresponsable, pero de alguna forma admirable. Nadar a contracorriente.

Y ahí estaba yo, recién llegado a KL, sin más reserva que las dos primeras noches allí y preparado para dejarme llevar donde me guíen los experimentados. Y la Lonely Planet, claro.